Me pregunto si todavía es posible ¿dónde? quitar la perturbación de los sueños,
aquéllos prófugos en la intemperie, sin lámparas en medio de la niebla. A ratos golpea
el océano errático del recuerdo dentro de las osamentas ascendidas a pedestales.
Imagen tomada de la página virtual/ /images.linuxidx.com
BÚSQUEDA
Busco las palabras y el poema en el bosque perenne de las manos, en la cerradura que destruyó el aliento, en la sábana los puntos cardinales del fuego, esta porfía de sacudir el hollín de la realidad, la zozobra que palpita íntegra en las calles. Me pregunto si todavía es posible ¿dónde? quitar la perturbación de los sueños, aquéllos prófugos en la intemperie, sin lámparas en medio de la niebla. A ratos golpea el océano errático del recuerdo dentro de las osamentas ascendidas a pedestales. La demora es larga, la paciencia no lo es menos: hay quienes gastan toda su vida maquinando y no encuentran resquicio de luz alguna, muerden sus ijares, y no llega el asado a sus manos, ni siquiera el olor de las especias; el olfato lo tienen para la carroña, la funeraria de su alma no les da sosiego. Aun con todo el arsenal de mis adversarios, tengo la atalaya de la emoción armoniosa, y un tren de pupilas que me lleva hacia un tiempo que no es este tiempo. No siempre el adversario puede alzar el vuelo, por eso su locomoción es de serpiente. La embriaguez los hace deambular en su propia noche. Pero, con todo y sus sienes constreñidas, son necesarios; de pronto también nos inspiran: son ese espejo en el que no queremos vernos, el hospedaje de las tarántulas. (Sin embargo, nosotros, no nacimos para la dentellada. Después de tanta campanada, aprendimos a vivir nuestra propia vida. La autocrítica nos permite sacudirnos la insania. Nacimos para ser esencias, no simulacros, ni sanguijuelas…)
Barataria, O7. V.2012
Cierto, somos lo que somos: sanguijuelas o ninfas. Cada cual en su ubicación, cada cual con su quina.
ResponderEliminarAlgunos hablan de ángeles y otro de demonios, lo importante es que se sepa de qué se habla y que se deje hablar al de al lado… A lo mejor, es menor en tu campo… Pero pude ser un Goliat en el que a ti ni se te vea.
Concienzudo y filosófico. Muy bueno, André
Ann@ Genovés
Anna, qué gusto tenerte por estos lares; y, si, la vida con sus antípodas, sortear el camino mientras se llega a puerto seguro.
ResponderEliminarUn abrazo agradecido.
André Cruchaga