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jueves, 10 de noviembre de 2011

HAY PALABRAS


De niño nunca sentí el vapor de su ardimiento, el aire que llevan a cuestas,
el desaliento  que guardan en sus propios aleros; ahora, ya de adulto,
aún cuando juegue con ellas  o me sirvan de andamio,
he comprendido que juntas son lluvia permanente, ascuas de otras andaduras...
Imagen tomada de httpcentros5.pntic.mec.es




HAY PALABRAS




Hay palabras, sin duda para todos los gustos, acepciones diversas como las piedrecillas en los riachuelos; las hay dulces y acerbas; existen unas para nombrar la alegría, para unir dos cuerpos; otras, para hacer visible el abandono. Tienen vigencia palabras feas como excusado, pero necesarias, a fin de cuentas. Tampoco me sabe bien la palabra sobaco, axila, ni los apotegmas, axiomas, aforismos, proverbios, máximas, sentencias, verdades… Prefiero ampararme en las menos adustas, partirme el alma en la batea de los afanes, sin ayos que abastezcan de más sollozos disfrazados mi balandro en ruines bajorrelieves. Hay palabras que deslían la oscuridad, sin lagrimar, ni soltar el trapo: digamos, luz, fulgor, brillo, claridad, llama, refulgencia, albor, digamos antorcha, luz de la razón o dar a luz, sin barniz, ni esmalte, ni oropeles. (Hay otras palabras extrañas como gatear que no sólo es para el niño que no puede andar, sino para aquel que a escondidas se levanta de la cama para tener relaciones genito- sexuales con la sirvienta; luego me vienen a la mente otras palabras: fundilludo; dormilona: prostituta que aplica soporíficos para robar a sus clientes; deschavetado, chirrión, chicagüita; cushuna: genital femenino; verga, con tantas acepciones: desde un estado de ebriedad, dinero, golpiza, hasta el genital masculino.) De niño nunca sentí el vapor de su ardimiento, el aire que llevan a cuestas, el desaliento que guardan en sus propios aleros; ahora, ya de adulto, aún cuando juegue con ellas o me sirvan de andamio, he comprendido que juntas son lluvia permanente, ascuas de otras andaduras. Las palabras tienen múltiples dobleces, pero al final son el mismo arado para abrir el surco…

Barataria, noviembre de 2011

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