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miércoles, 23 de noviembre de 2011

CALENDARIO


Siempre el universo se reduce a lo que nos niega: en el lecho de la tolerancia
aprendemos la certidumbre de la vida; hurgamos en lo herético casi con sentido suicida, ...




CALENDARIO




Aquellos días, aquéllos, que abrieron el pálpito, el océano del musgo en el olfato, la manzana del horizonte en la estrofa del poema, aunque estuviera destinada, después, al silencio, a la letra estancada en la costura de la herida. Siempre el universo se reduce a lo que nos niega: en el lecho de la tolerancia aprendemos la certidumbre de la vida; hurgamos en lo herético casi con sentido suicida, irreverentes convertimos el hambre en dones de impúdica colmena, —vos con tu oficio férreo de soñar; yo, en el patio volcánico de la poesía, esperando la erupción volcánica de la tinta, los celajes encendidos del polen. Allí, en el fuego de la piedra, la hoja de papel desnuda en la perplejidad: adentro, ya existimos junto a los meses, el alma gemela que irrumpe junto a nosotros, llovizna, santuario del sueño en la memoria, ojos del jardín que nos sostienen río adentro la luz de las aguas, el árbol del follaje en el pecho, la sombra innumerable del fragor.

Barataria, 22 de noviembre de 2011

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