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viernes, 1 de enero de 2010

Línea de trenes

Noches, ríos, fuegos oscuros con eco de caracoles precipitados…
Combates ahogados en la tempestad de la miel, en los panales
Autor de la fotografía: Antonio José Abril Milena

Línea de trenes





Apagadas todas las luces es posible
Escuchar gemir el ave nocturna
En su oídoCÉSAR MORO

La peur et le courage de vivre et de mourir
La mort si difficile et si facile
PAUL ÈLUARD





Miro las calles ahumadas con sus fotografías. El camino falso
Del viento, el ojo sobre la hoja sepia.
En la harina de los relámpagos la luna se derrite.
Noches, ríos, fuegos oscuros con eco de caracoles precipitados…
Combates ahogados en la tempestad de la miel, en los panales.
Los sueños tardíos en el temblor de las manos.
La boca entreabierta: el racimo de luciérnagas confundidas.
Los relojes imaginarios colgados en las paredes del agua.
En los rieles de los trenes, en los vagones líquidos de la salmuera.
No importa el insomnio cuando el hálito atraviesa las puertas,
De ese tirar botellas como velas al ocaso.
Estar consciente y ver lo inverosímil de las películas, la inocencia
En la clave morse de ciertos arquetipos.
No me conformo con los melodramas que enfatizan en el artificio.
Prefiero las calles con su oscuridad excéntrica,
Ver el ego despavorido de los perros,
Hacer nudos anfibios con el pulgar de los ciegos,
Morder la gelatina de la ciudad con el aliento de hipopótamos,
Quizá subir al cielo trepando por el cierzo o la niebla,
Romper las cartas que guardé, —chatarras de mi propia carne.
Ahora sólo veo esa línea de trenes cruzando en mi sueño:
Hilo diseminado en mis dedos,
Ceniza derramándose en los memorandos compuestos con ciertas
Complicidades, con la limonada parecida a jardines de tristeza.
Ahora pienso en las hojas verdes donde aprendí a jugar:
En los pulmones inciertos del horizonte,
En el equilibrio de los pies asido a ventanas,
En el tropiezo de la ley de la gravedad,
En todas las cortinas porfiadas del invierno, —deseo de penetrar
En los ojos de la carne. [Entonces no sabía que la gimnasia
Es parecida aun galope; que el marketing puede elevar, si se quiere
El éxito de los orgasmos, la plusvalía del deseo,
Y ciertas claves secretas de las sonrisas].
De todas maneras ese parece ser el elixir ganador para permanecer
En los territorios del mercado.
Al final no sé si saldré ileso de este hilo de mortajas.
Si vale la pena fundirme en una guitarra de orgasmos.
Si es cierto que puedo postularme a las trompetas con porristas.
Si quito de la cama mis propias cesantías,
Si hago quitar las maletas de la incertidumbre, las fotografías,
El asco de los recuerdos, los bolsillos de soledad aplastante.
Después de todo no necesito mas que mi ojos y manos
En ese hilvanar los vagones de los trenes, la historia dando cabezazos
En la garganta, la sal rompiendo el camino,
La respiración contenida en los rieles,
Las estatuas como un suspiro de emociones egocéntricas.
Sobre la línea de los trenes, las banderas mordidas del paisaje.
Barataria, 28.XII.2009

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