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jueves, 28 de enero de 2010

FRENTE AL ESPEJO

Para la claridad nunca es de noche, aunque las alas duerman.
Para la noche nunca hay diafanidad, aunque brillen los faroles
Del tiempo, aunque el instante parezca inmutable.

Autor de la fotografía: Emilio Medina Jiménez








FRENTE AL ESPEJO







…sigue al que huye, burla al que lo ronda,
y viene y va como en el mar la onda.
ANGELO POLIZIANO

Hay un refrán que afirma lo que yo os digo ahora:
Un ave, si está sola, ni bien canta ni llora;
ARCIPRESTE DE HITA






Para la claridad nunca es de noche, aunque las alas duerman.
Para la noche nunca hay diafanidad, aunque brillen los faroles
Del tiempo, aunque el instante parezca inmutable.
—“La mitad del tiempo” es azogue y niebla;
La otra mitad, forma equivocada del calendario.
El espejo despierta la ausencia de los pensamientos: a veces,
Imágenes fieras de la soledad y el sollozo.
Una tumba desvela el paracaídas transparente.
Desvela el color ausente. Quedan las manos colgadas de los grises.
—“Una especie de dibujo que se va haciendo”, un vivir ni dejar
De vivir, un mal ancestral desde los conquistadores.
Aquí uno termina siendo imbécil con pañuelos en las manos.
En la familiaridad de las imágenes no se necesita de fidelidad, salvo
El boto que usan las estrellas de Hollywood,
Un retoque con los dedos, un cesto de autodeterminación.
Hemos pasado el tiempo averiguando quién es quién. —Y de cierto,
Hay un poder antagónico en discordia: los suspiros acumulados,
El camino infalible en la cara, la devastación implorante mordida
Por los relojes desasidos de las palabras.
¿Qué puedo ver, ciego, en la sombra blanca, en el tul del césped,
En el sol de ayer, íntimo del sueño?
El perro del tejado ladra en el suspiro. El humo quema la concavidad
De las estaciones. Los cabellos arrojados a las flechas.
El alba, sola, en los hilos delgados de la escarcha.
[¿Qué hacemos desnudos, frente al espejo, a ese estar presente
De la historia, ayer, hoy, sin la expresión de los colores? —La vida
Se vuelve terca en este universo sin abreviaturas.
Hoy siempre hay huída en las entrañas. No pájaros estáticos…]

Una parte de nosotros se queda siempre en la llama del presente.
El rostro inundado como un estanque de neblina.
A fin de cuentas no es preciso debatir sobre esta fatiga del aliento.
El agua de la sombra ahoga lo perceptible.
Cuando el tacto atraviesa la fisonomía, la sal apaga su vaho.
Hacia el paladar y el pulso, cualquier fuego desafía la imagen.
Imagen cierta entre la luz oscura de la sombra.
Hacia la piel fría del aire, las redes de los pescadores sin misterio.
Debajo de los párpados, la soledad primera en los labios.
Los durmientes de la vigilia enmudecidos. Quizá la fatalidad rocosa
De la fuerza, el destello lógico del augurio.
Frente al espejo, el insecto de las palabras como espadas.
Frente al espejo, la misma náusea de los grandes pájaros en el vuelo.
Barataria, 23.I.2010

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