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viernes, 16 de enero de 2009

Jardín de la memoria_André Cruchaga

Fotografía: Donald Aguirre





________Jardín de la memoria_______




A María Eugenia Caseiro,
Por su vitral de pétalos



Hay ahí en medio de todas las fechas,
Un jardín resplandeciente de pétalos
Sin límites: peces radiantes y múltiples
Como el Pastor que hizo el milagro
De sembrar horizontes en el hambre.
Sol y cielo tienden su hamaca celeste
Sobre el césped trenzado de los anhelos.
Más que imagen, el jardín de la memoria,
Es un espejo de ámbitos inefables.
El aliento del cierzo levanta sus pupilas
Y en sandalias camina los aromas
De cada planta y de cada veta:
—manantial abriéndose húmedo en el costado,
Y a la alta cobija derramada del planeta.
No sé cuándo el paisaje se tornó túnica
O el consenso de las abejas le dio vida;
Lo cierto es que en su templo de colores
La intemperie jamás cuenta
Porque es la túnica sobre el baldío.
Ayer nomás la utopía era postulante
A la orfandad y a la diáspora del polen.
Era una hoja en blanco: —una hoja donde
Escribir tantos destierros; pero ahora,
Se puede leer en el estanque revivido
Del día con la labor progresiva del espejo.
Hay ahí en las manos de la tierra
Un ultramar de amparos y alas. Una voz
Que repite o que más bien convoca
Al delantal del karma para encender
El secreto de las raíces, al igual que el trasiego
Del credo en el grial de la alianza.
Ningún jardín pervive sino en la memoria:
—En ese remoto altar de los conjuros
El infinito respira en su confiable fantasía.
Ningún jardín escapa a los ojos:
La audacia está en despertar siempre
Entre el follaje sin más proclamas
Que la purificación del rocío en el huerto.
Barataria, 15.I.2009; 01:21 am

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