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viernes, 22 de febrero de 2008

Isla (País)_Poema de André Cruchaga

Ilistración: Vasily Kandinsky




Isla (País)




A Jorge Bousoño y Elías Letelier,
Poetas entrañables.



Yo y la luz te inventamos,…
Manuel Altolaguirre


Te inventamos sin calles, sin edificios.

Eras apenas tierra y agua y noche:
Lápida inerte para los exploradores;
Corsarios vinieron y partieron. Deshojaron
Almas, sueños tribales y clavaron
En los maderos horizontes de fuga.

Nada pudo detener el casco y el estribo;
La brida fue el dintel; el arco, la fosa
Del cuerpo entre peces amarillos.

Resplandores vinieron después, parpadeos,
Perplejidades de silencios, oscuras muertes,
Ataúdes disfrazados de habitación
Y de ermitas,
Filos de la misma ceniza de la noche,
Gaviotas en el hilo del fuego, mudas
Al susurro del viento, lánguidas miradas
Del vocablo con olor a pólvora,
Ecos aprensivos de las batallas, estertor
Mutante del hambre, sepulcral amor
Entre la ola agrandada por la sangre
Y la desazón del tiempo con su espectáculo.

El gallo cantó las veces necesarias,
También aulló el lobo y el nahual;
No obstante, amaneció el miedo y el silencio,
La camándula sedienta
Y los conspicuos cabildos del abecedario.

La doncella con collares de hueso y jade
Y plumas, pasó al sempiterno artificio de dama
Del comendador o el encomendero.

Lo demás es historia sabida: sombra de cruces,
Sombra del metal y la madera,
Tejido de trauma y enigma,
Fierro presente en la carne
Como el crepúsculo entre los barrotes de la cárcel.

Sí, como ese crepúsculo horrendo
Con su memoria detenida en el horizonte…
© André Cruchaga
Barataria, 02112005
De: Pie en tierra
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